Son muchos los pilotos veteranos a los que la imagen del T-45 Swallow evocará aquellos tiempos pasados de las escuelas del Ministerio del Aire y posteriormente de la DGAC. Y es que a los mandos de este monoplaza realizaron sus primeros vuelos cientos de jóvenes entusiastas que vieron realizado su sueño de volar como los pájaros, aunque inicialmente fuera a los mandos de una golondrina (Swallow).
En octubre de 1957 el prototipo del T-45 diseñado y construido por la empresa del Reino Unido Slingsby Sailplanes Ltd, efectuó su primer vuelo de prueba en Sutton Bank (Reino Unido).
El prototipo, que tenía una envergadura de 12,6 m causó gran interés y finalmente fue ampliada su envergadura a 13,2 m para mejorar sus características de vuelo a vela. El segundo prototipo fue enviado por Fred Slingsby al histórico aeródromo de vuelo a vela de Lasham donde fue evaluado para su certificación por la British Gliding Association (BGA). En los años 50 realizó un periplo por los clubes de vuelo a vela ingleses donde se dio a conocer este planeador ideado para que los alumnos realizasen sus primeros vuelos en solitario y para realizar vuelos de distancia. A bordo de los T-45 se han realizado, a lo largo de sus años de actividad, vuelos de hasta 300 Km.
En la mente de Fred Slingsby rondaba la idea de un planeador capaz de ser construido partiendo de planos o de kit en el garaje de sus propietarios y pilotos y por esta razón buscó la máxima sencillez y prestaciones. En definitiva, un planeador sencillo de construir, reparar y volar con un precio popular.
En total se construyeron un total de 106 unidades hasta 1968, fecha en que se quemó la fábrica donde se construía el T-45 y, de esta manera, finalizó la producción.
El T-45 SWALLOW ha sido y es un planeador popular en España. Fue introducido en España de la mano del Real Aeroclub de España (RACE) que adquirió dos unidades en 1966 para dotar a la sección de vuelo a vela. En agosto de 1966 el RACE comenzó las operaciones con los T-45 en el desaparecido aeródromo militar de Mora de Toledo (Toledo) donde era remolcado por medio de torno. El buen resultado de los T-45 del RACE propició la elección de este modelo por el Ministerio del Aire para dotar a las escuelas de vuelo sin motor y, de esta manera, sustituir a los venerables Grunau Baby. En 1968 fueron adquiridas veintidós unidades del T-45 para dotar a las escuelas de Ocaña (Toledo), Somosierra (Madrid) y Monflorite (Huesca).
Las escuelas de vuelo a vela del Ministerio del Aire pasaron a depender de la Dirección General de Aviación Civil que siguieron utilizando los T-45 hasta los años 80, momento en el que muchos de los T-45 fueron cedidos a los clubes de vuelo a vela privados, nacidos en esta época, decididamente apoyados por la DGAC y destino de algunos de los cientos de alumnos que se formaron en alguna de sus tres escuelas.
Los Swallows T-45 eran destinados a dos misiones; como planeador en el que los alumnos realizaban los vuelos solo después de la instrucción y para realizar la distancia del “C” de plata, consistente en realizar un vuelo de al menos 50 Km de distancia.
En su faceta de montura para la realización de los vuelos en solitario convivió con los planeadores biplaza L-13 Blanik en los que se realizaba la instrucción en doble mando con instructor para posteriormente recibir la suelta en los T-45. Como monoplaza para la realización de los primeros vuelos de distancia, son memorables los vuelos desde el aeródromo de Ocaña al municipio del Toboso (Toledo).
Tradicionalmente la estampa del T-45 está ligada a la del avión remolcador que era utilizado en aquellos tiempos memorables del vuelo sin motor en España. Se trata de la Dornier Do-27, avión de construcción alemana utilizado por el Ejército del Aire español y posteriormente por la DGAC para el remolque de planeadores en las Escuelas de Vuelo Sin Motor. Uno de estos ejemplares ha sido integrado en los fondos de la Fundación Infante de Orleáns, caracterizado con los colores que las Do-27, empleadas en las Escuelas de Ocaña y Monflorite, lucieron durante el periodo en el que dependieron del Ministerio del Aire.
Actualmente, además del EC-JGR, vuelan en España tres unidades más de este planeador, supervivientes de las veinticuatro unidades que llegaron a España en los años 70. El Museo del Aire de Cuatro Vientos cuenta también entre sus fondos con una unidad en exhibición estática.