Son muchos los pilotos veteranos a los que la imagen del T-45 Swallow evocará aquellos tiempos pasados de las escuelas del Ministerio del Aire y posteriormente de la DGAC. Y es que a los mandos de este monoplaza realizaron sus primeros vuelos cientos de jóvenes entusiastas que vieron realizado su sueño de volar como los pájaros, aunque inicialmente fuera a los mandos de una golondrina (Swallow). En octubre de 1957 el prototipo del T-45 diseñado y construido por la empresa del Reino Unido Slingsby Sailplanes Ltd, efectuó su primer vuelo de prueba en Sutton Bank (Reino Unido).

El prototipo, que tenía una envergadura de 12,6 m causó gran interés y finalmente fue ampliada su envergadura a 13,2 m para mejorar sus características de vuelo a vela. El segundo prototipo fue enviado por Fred Slingsby al histórico aeródromo de vuelo a vela de Lasham donde fue evaluado para su certificación por la British Gliding Association (BGA). En los años 50 realizó un periplo por los clubes de vuelo a vela ingleses donde se dio a conocer este planeador ideado para que los alumnos realizasen sus primeros vuelos en solitario y para realizar vuelos de distancia. A bordo de los T-45 se han realizado, a lo largo de sus años de actividad, vuelos de hasta 300 Km. En la mente de Fred Slingsby rondaba la idea de un planeador capaz de ser construido partiendo de planos o de kit en el garaje de sus propietarios y pilotos y por esta razón buscó la máxima sencillez y prestaciones. En definitiva, un planeador sencillo de construir, reparar y volar con un precio popular. En total se construyeron un total de 106 unidades hasta 1968, fecha en que se quemó la fábrica donde se construía el T-45 y, de esta manera, finalizó la producción.